Cuentan que los delfines nacieron de una familia de humanos que huyó de Tierra del Fuego para refugiarse de la amenaza de un gran temporal de nieve.
El grupo decidió nadar en por los mares durante días para alejarse del temporal, sin embargo, uno de ellos llamado Kemanta, no sabía nadar, así que huyó hacia los riscos. Su cuñado, preocupado, lo fue a buscar y lo persuadió de emprender la travesía junto a ellos. Así, Kemanta hizo frente a su temor y se hundió en el océano.
Toda la familia ayudó a Kemanta a avanzar por los mares tomándolo de los brazos y alzándolo sobre el agua, para luego zambullirse. Repitieron una y otra vez esta operación, hasta que finalmente Kemanta aprendió a nadar.
Cuando llegaron al lugar de destino estaban tan felices por haber sobrevivido, que siguieron nadando hasta convertirse en delfines. Por eso, cuando se ve saltar a un grupo de delfines en la superficie del mar, se dice que se está viendo a la familia de Kemanta surcar los mares.
Fuente: Simonetti-Grez, G. y Stipicic, G. 2018. Me lo contó un pajarito. Especies nativas de Magallanes y su relación con la cultura. Asociación Kauyeken. Punta Arenas, Chile.